Las letras se vuelven imposibles cuando intentamos manipularlas, cuando buscamos las que mejor se ajustan a lo que pensamos o sentimos o las que dicen todo aquello que nosotros no sabemos expresar. Las letras son imposibles cuando su combinación es desconocida por el otro y nuestras palabras no llegan a su destino y caen ninguneadas al vacío de la ignorancia.
Las letras, aunque imposibles, se dejan querer si las mimas y acaricias, si les susurras secretos y las besas con pasión, si las paladeas con gusto y las dejas escapar volando de tus labios, tu pluma o tu teclado para alcanzar el infinito de la creación.
Pero sobre todo, las letras, ya robadas y usadas, son imposibles de combinar para crear un nuevo blog. ;)
¡Buen comienzo!Estaremos pendientes de próximas entradas.
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