Desconozco cuándo empezó todo y por qué; sólo sé que un día iba andando por la calle y sentí una figura detrás de mí. No
tuve que girar la cabeza para comprobar que me seguía, simplemente notaba que una presencia extraña se había adueñado de mi sombra y que no iba a ser fácil
deshacerse de ella.