"Por qué José Ángel Fuentes Medina compró una navaja de las pensadas para matar y por qué le dio el uso para el que había sido concebida es algo que la instrucción del sumario (...) pretende haber aclarado de forma meridiana. Pero el desvelamiento de sus motivos últimos (o primeros) está más allá del ámbito de su competencia. Así que no está tan claro ni es tan evidente por qué Ángel Fuentes hizo lo que hizo."
Así empieza La ceguera del cangrejo, la última novela del escritor canario Alexis Ravelo (Las Palmas de Gran Canaria, 1971) publicada en 2019 por la editorial Siruela. El autor insular, además de haber editado libros de relatos y novelas infantiles y juveniles, recibió el Premio Hammett a la mejor novela negra por La estrategia del pequinés (Alrevés, 2013), novela que ha sido llevada al cine en 2019 bajo a dirección de Elio Quiroga.
Con esas primeras líneas se nos presenta al protagonista, Ángel Fuentes, un hombre atormentado tras la inesperada muerte de su pareja que decide viajar a la isla de Lanzarote para recorrer los últimos lugares que ella visitó. En su equipaje el personaje no solo lleva los apuntes del libro que Olga estaba escribiendo sobre César Manrique, sino un cúmulo de dudas sobre lo que provocó su fallecimiento.
En la isla se encontrará con los amigos de ella, con algún conocido suyo y con muchos desconocidos que alumbrarán y oscurecerán su visión de los hechos. Cada cual le irá desgranando información que lo conducirá a desentrañar la trama en la que se ve enredado casi sin querer, casi porque lo busca.
Sobre la historia policíaca planean dos temas fundamentales: la corrupción urbanística y el ejemplo de crecimiento sostenible con que César Manrique protegió su isla. Y es que la novela es un homenaje al artista conejero, pues cada capítulo nos conduce a una de sus obras y nos da a conocer algo más sobre su vida y su leyenda.
La obra está muy bien estructurada, puesto que el protagonista es capaz de contagiar su incertidumbre a pesar de que otros personajes desmientan sus sospechas continuamente con argumentos sólidos. Sin embargo, una vez que la sombra de la duda se proyecta sobre la muerte de Olga, esta atrapa al lector, quien no sabe si creer lo que dicta la lógica o fiarse de los desvaríos de Ángel.
Con el protagonista recorremos la isla de los volcanes y visitamos no solo sus centros de interés turístico, sino también los pequeños pueblos de blancas casitas que salpican la lava, las playas, las viñas, los bares y restaurantes...
Un rasgo que caracteriza las novelas de Ravelo es el habla local. El escritor canario no duda en que sus personajes se comuniquen como lo harían en la realidad, con expresiones y términos propios de su zona de habla, lo que otorga una mayor verosimilitud a sus obras sin interferir en absoluto en la comprensión de la historia.
La ceguera del cangrejo es una novela que ha sido trabajada con mimo para que el lector disfrute no solo de la intriga que transmite y la recuperación del legado de César Manrique, sino de la profunda crítica a los desafueros urbanísticos en las costas que subyace tras una historia sin duda apasionante.
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