En 1952 apareció publicada en Estados Unidos The Price of Salt, novela firmada por una autora desconocida, Claire Morgan. En su primera edición en tapa dura recibió algunas críticas serias y respetables, aunque el éxito de público lo alcanzó con la edición del bolsillo, que vendió cerca de un millón de ejemplares. Semanalmente la editorial recibía decenas de cartas de lectores dirigidas a Claire Morgan, pero ¿quién se ocultaba tras ese seudónimo y por que el libro tuvo tanta repercusión?
En 1989 se reeditó la novela bajo el título de una de sus protagonistas, Carol, y el nombre de su verdadera autora, Patricia Highsmith, quien incluyó además un prólogo (fechado el 24 de mayo de ese año) en el que explicaba el origen de la historia y los motivos que la llevaron a ocultar su nombre.
A finales de 1948 Patricia Highsmith vivía en Nueva York y ya había terminado de escribir Extraños en un tren, pero la obra no se publicaría hasta un año después. Por necesidades económicas, entró a trabajar de manera eventual en la sección de juguetes de unos almacenes de Manhattan durante la campaña de Navidad, aunque aguantó poco más de dos semanas. Una mañana atendió a una mujer rubia con un abrigo de piel que compró una muñeca. Esa visión provocó en la escritora una furia creativa que desahogó en cuanto llegó a casa en lo que sería el primer borrador de ocho páginas de The Price of Salt.
Cuando publicó Extraños en un tren y Alfred Hitchcock compró los derechos para hacer una película, tanto sus editores, Harper & Bros, como el público esperaban otra novela similar, pues ya la habían catalogado como escritora de suspense. Sin embargo, en la cabeza de Highsmith bullía esta historia de mujeres que terminó de escribir en 1951. La presentó bajo pseudónimo a su editorial y fue rechazada, por lo que se vio obligada a buscar otro sello que la editara, como así fue.
El motivo de esconderse tras otro nombre y que la novela fuera rechazada fue consecuencia de su temática. Patricia Highsmith, la nueva reina del suspense, había escrito una novela en la que dos mujeres se conocían y se enamoraban. Aunque a día de hoy es algo habitual, en los años cincuenta en Estados Unidos no estaban bien vistas las relaciones lésbicas ni que la homosexualidad fuese tratada en la literatura; es más, cuando versaba una obra sobre ello, el final solía ser dramático y ejemplarizante, pues la sociedad imponía lo correcto a quienes se desviaban del camino. La causa precisamente del éxito de ventas de The Price of Salt fue que, pese a las dificultades a las que se enfrentaban las protagonistas, el final de la trama es feliz. Por ello, muchos lectores, que se sentían identificados con los personajes, encontraron por fin un atisbo de esperanza e ilusión en sus vidas y se lo hicieron saber con sus cartas a la que firmaba la obra en la cubierta, aunque quien las recibía y contestaba era la verdadera autora de la novela. Incluso cuando se reeditó el libro décadas después, Highsmith siguió recibiendo cartas de agradecimiento de sus lectores.
La protagonista de la historia es Therese, una joven tímida que trabaja en la juguetería de unos grandes almacenes durante la campaña navideña mientras aguarda encontrar trabajo como escenógrafa. Una mañana atiende a una señora rubia con un abrigo de visón por la que se siente inmediatamente atraída. Al contar con sus señas para enviar el paquete de su compra, la muchacha se atreve a contactar con la señora. A partir de ahí su vida cambiará, su relación con su novio, que ya se cuestionaba desde hacía un tiempo, se volverá frágil y su relación con los demás cambiará gracias a su contacto con Carol, quien también se ve afectada por acercarse a la muchacha. Emprenderán un viaje para alejarse de la realidad hostil que no les permite mostrar sus sentimientos, pero la incomprensión las perseguirá.
La trama, pese a ser la habitual de una novela romántica (los amantes se conocen, se enfrentan a dificultades hasta que el amor triunfa) posee la valentía de romper con los cánones amorosos de la época y mostrar una realidad que debía mantenerse secreta para poder convivir en sociedad. Los juicios de los demás pesarán en las protagonistas, pero el amor que sienten estará por encima de las convenciones.
Ese grito de rebeldía fue el que tuvo tanto impacto en su época y logra que después de tantos años, esta historia siga siendo actual. Prueba de ello es que en 2015 la novela fue adaptada al cine bajo la dirección de Todd Aynes y protagonizada por Cate Blanchett, en el papel de Carol y Rooney Mara como Therese.
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