Canción dulce es la segunda novela de la escritora marroquí Leila Slimani (Rabat, 1981) con la que obtuvo el Premio Goncourt en 2016. Fue editada en español por Cabret Voltaire en 2017, con traducción de Malika Embarek López.
Tras ejercer varios años como periodista, Slimani decidió dedicarse por completo a la literatura y ha publicado hasta ahora seis novelas, entre ellas una trilogía autobiográfica novelada inspirada en su familia de la que se han publicado los dos primeros volúmenes: El país de los otros (Guerra, guerra, guerra) en 2020 y Míranos bailar en 2022.
Aunque su título puede dar a entender lo contrario, Canción dulce es una tragedia. Desde las primeras páginas sabemos que ha ocurrido un hecho luctuoso que sobrecoge a los personajes y a los lectores. Sin embargo, lo importante de la historia es conocer las causas que condujeron al terrible desenlace.
Myriam y Paul son padres de dos niños, Mila y Adrian, de los que se encarga la madre hasta que un día decide retomar su carrera de abogada que dejó a un lado desde su primer embarazo. El hastío de la maternidad y la necesidad de moverse en otros ambientes en los que se sienta más realizada obligan a la pareja a buscar a alguien que se haga cargo de sus hijos durante su ausencia. Sin embargo, no es fácil elegir a la niñera adecuada, por lo que someten a las candidatas a una exigente entrevista y rechazan a unas y a otras por diversos motivos hasta que optan por Louise, una señora con experiencia en el cuidado de niños y que demuestra aptitudes para ello.
A partir de ese momento, Louise pasará a ser una pieza importante en la vida familiar. Llega a la casa antes de su hora, se queda todo el tiempo que sea necesario, afronta labores de limpieza y comidas que no estaban pactadas en su contrato y sus empleadores no dejan de alabarla a sus conocidos. No obstante, en privado criticarán su dedicación y omnipresencia, pero no se desharán de ella ya que tendrían que renunciar a lo que han alcanzado: trabajos prestigiosos y buenos sueldos.
Mientras ellos prosperan y su niñera cada vez asume más responsabilidades por el mismo salario, Paul y Myriam desconocen los avatares de la vida de Louise y no se preocupan por sus dificultades. En una ocasión tiene un conflicto con ella por unas deudas que no ha saldado, pero tampoco les importa demasiado cómo lo resolverá. Mientras, a Louise se le acumularán las dificultades que los lectores conoceremos a espaldas de los protagonistas.
Es esta una historia en la que se ve reflejada la sociedad del siglo XXI, más preocupada por el hedonismo y su propia satisfacción que por quienes los rodean. Lo importante es satisfacer las necesidades propias sin plantearse las de los demás. La crianza de los hijos se convierte en una carga que deben asumir otros para compaginarla con el éxito profesional, aunque nunca se esté satisfecho con el resultado y se abuse del trabajo de otros. Por otra parte, profundiza en el monstruoso sistema que devora a las víctimas que no son capaces de adaptarse a él.
Es sin duda una lectura inquietante que hace reflexionar al lector y plantearse determinadas actitudes.
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