jueves, 23 de diciembre de 2021

Operación Valkyria

    La Segunda Guerra Mundial, el nazismo y Hitler tal vez sean los temas más utilizados en literatura y cine en los últimos ochenta años. La crudeza de los hechos, la implicación internacional y el que vencieran «los buenos» han propiciado miles de páginas y de metros de cinta que pretenden hacer presente el pasado, revivirlo y no olvidarlo. Por ello, mucho de lo que sabemos sobre este periodo histórico está embriagado de cierto hálito de ficción.
    No obstante, numeroso investigadores se han preocupado por rescatar archivos, documentos, fotografías y testimonios para ofrecer una visión más objetiva y dar luz a toda la verdad posible.
    Tobías Knieve es uno de ellos. Este escritor y crítico de cine alemán eligió un tema desconocido para muchos lectores que se popularizó gracias a una película estrenada en 2008 y protagonizada por Tom Cruise. Operación Valkyria (Planeta, 2009) es un ensayo en el que Knieve relata el antes, durante y después del atentado que pudo acabar con la vida de Hitler el 20 de julio de 1944 en la Guarida del Lobo, el búnker en el que se ocultaba el dirigente nazi en Prusia Oriental.
    El autor empieza a contar los antecedentes que llevaron a esta conjura militar desde marzo de 1943. El ejército alemán contaba entre sus filas con hombres disciplinados y firmes que se habían formado en estrictas academias militares. Muchos de ellos habían ascendido y ostentaban cargos avalados por méritos bélicos. El honor era su divisa, por lo que no compartían algunas de las órdenes del führer o de sus colaboradores más próximos pues la ponía en entredicho, como la matanza indiscriminada de soldados enemigos apresados.
    El malestar se fue extendiendo poco a poco entre militares de alto rango que intentaron en varias ocasiones antes de ese 20 de julio de 1944 acabar con la vida del líder nacionalsocialista. Sin embargo, la suerte parecía no estar de su parte y por insignificantes casualidades no lograron acabar con él en ninguno de los intentos.
    Hay que tener en cuenta que pergeñar el asesinato del líder político más poderoso del momento no era tarea fácil, porque no solo se trataba de acabar con una vida, sino de mantener la estabilidad del país para evitar un caos institucional, y pactar una paz honrosa contra los enemigos que los iban cercando.
    Todo había sido planificado con mimo durante meses, pero, de nuevo, la fortuna no estuvo de su parte y sí de la del dictador. Los acontecimientos que se precipitan tras el fallido asesinato provocarán confusión, deserciones y pánico entre los conjurados. Hitler no dudará en aplastar la rebelión mediante el uso de la fuerza, y su poder acabará con los implicados y alcanzará a sus allegados y familias. La sangre de los rebeldes ahogará futuros alzamientos.
    Entre los conjurados se hallaban militares y miembros de familias alemanas de prestigio: el coronel Henning von Treckow, el teniente coronel Heinz Brandt, Fabian von Schlabrendorff, el general de comunicaciones Erich Fellgiebell, el general de infantería Friedrich Olbritch, el mariscal de campo Erwin von Witzleben, el coronel general Ludwing Beck, el coronel general Friedrich Fromm, el mayo Otto Ernst Remer, Berthold y Claus von Stauffenberg (este último, autor material del atentado del 20 de julio), entre otros.
    Más allá de la exaltación heroica que se puede observar en la película Valkyria, Tobias Knieve ofrece una visión más humana de los acontecimientos y explica cómo unos hombre acostumbrados a la disciplina militar de acatar órdenes de sus superiores, se cuestionaron la deriva trágica de Alemania e intentaron acabar con miles de muertes a cambio de una sola, la de quien usaba a los hombres como peones de una partida abocada al fracaso. Como reza en su himno («Deutschland über alles»), para ellos Alemania estaba por encima de todo, incluso de un líder político que había perdido toda credibilidad en las cúpulas militares. 
    Qué hubiera pasado si el atentado hubiese tenido éxito es algo que nunca sabremos. ¿Los allegados al führer habrían aceptado su fracaso? ¿Se habría acabado la guerra? ¿Se habrían evitado las muertes de millones de personas? Dejemos en manos de la literatura de ucronías las respuestas a estas preguntas que pudieron cambiar la historia.



1 comentario:

  1. Me gusta mucho tu análisis pero, me da una pereza infinita leer más sobre nazis.
    Ya te he hecho caso con Hemingway, este de momento lo dejo pasar.

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