martes, 9 de septiembre de 2025

Paradero desconocido

     En septiembre de 1938 apareció publicado en la revista Story una historia que conmovió al público estadounidense, Paradero desconocido, firmada por Kressmann Taylor, apellidos que ocultaban que quien había escrito una historia tan dura era una mujer, Katherine. Su éxito fue tal que a los diez días se agotó la edición de ese número y los lectores copiaban el texto para pasárselo a sus conocidos. En la radio y en la prensa elogiaban el relato y la conocida revista Reader's Digest, en contra de su principio de no publicar ficción, reimprimió el texto para tres millones de lectores. ¿Qué tenía esta novelita corta para causar tan honda impresión entre lectores y critica?
   La obra, escrita de forma epistolar, muestra la relación entre un comerciante judío norteamericano que vive en San Francisco (Max Eisenstein) y su socio en una galería de arte, un alemán que regresa a su país con su familia en 1932 (Martin Schulse). A través de las cartas que se intercambian se observa cómo evoluciona su relación desde un estrecho vínculo de amistad hasta un distanciamiento forzado por las leyes antisemitas difundidas por el nacionalsocialismo que dominaba Alemania durante esos años. En los saludos de las misivas se percibe ese cambio de actitud y esa transformación de la amistad en rechazo. Además, en sus palabras se denota cómo empeora la vida de los judíos en los territorios dominados por los nazis.
    La cronología del relato se desarrolla entre el 12 de noviembre de 1932 y el 3 de marzo de 1934, cuando se envía la última carta. En este periodo de tiempo los sucesos se complican y, aunque la historia tiene dos protagonistas que se cartean (Max Eisenstein y Martin Schulse), aparecen otros personajes que se ven implicados en los acontecimientos.
    Pese a que los hechos narrados son ficticios, la autora explica que se basó en la realidad:
«Poco antes de la guerra, unos amigos alemanes —cultos, intelectuales, de buen corazón—regresaron a Alemania después de haber vivido en estados Unidos. En muy poco tiempo se convirtieron en nazis acérrimos. Se negaban a escuchar la menor crítica contra Adolf Hitler. Durante una visita a California se encontraron en la calle con un íntimo y viejo amigo judío. No le dirigieron la palabra. Le dieron la espalda cuando intentó abrazarlos. Me pregunté cómo podría ocurrir semejante cosa. ¿Qué les había hecho para cambiar de esa manera? ¿Qué les había llevado a ese grado de crueldad?»
    Estas preguntas daban vueltas en la cabeza de la escritora hasta que brotaron en forma de relato de ficción tras informarse sobre lo que estaba sucediendo en Alemania con el nacionalsocialismo y que la mayoría de norteamericanos ignoraba.
   En 1939 la editorial Simon & Schuster publicó el relato en forma de libro y vendió cincuenta mil ejemplares. Este éxito propició que la historia saltara el charco y fuese editada en Reino Unido y traducida a otros idiomas. Sin embargo, el avance del dominio nazi sobre Europa provocó que la edición holandesa desapareciera y no se volviera a publicar en el viejo continente hasta sesenta años después. Además, pasó a formar parte de la lista de libros prohibidos por el Reichskommisar.
    Tras la Segunda Guerra Mundial la obra fue olvidada hasta que en 1995 la revista Story Press reeditó Paradero desconocido «para conmemorar el cincuenta aniversario de la liberación de los campos de concentración». Un año después de su reedición falleció su autora, Katherine Kressmann Taylor (1903-1996).
    La obra fue editada en español por la editorial RBA en octubre de 2000 con traducción de Carmen Aguilar. Tras las cartas se incluye una Nota final en la que Chales Douglas Taylor, el hijo de la autora, explica la génesis y evolución de este conmovedor relato del que no damos más información para que los lectores se sorprendan con él.


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