jueves, 13 de septiembre de 2018

La mujer en la ventana

     La mujer en la ventana (Grijalbo, 2018) es la novela negra con la que se ha estrenado A. J. Finn, seudónimo con el que firma sus obras el hasta ahora editor norteamericano Dan Mallory.
     El argumento nos trae reminiscencias cinematográficas. Anna Fox vive encerrada en su casa acosada por la agorafobia. Para ocupar su tiempo ve películas clásicas de Alfred Hitchcock, espía a sus vecinos desde la ventana y consume ingentes cantidades de merlot. Su vida cambia cuando conoce a una vecina que se hace su amiga; sin embargo, poco después cree contemplar cómo esta es asesinada. ¿Qué credibilidad le dará la policía a una mujer descuidada que vigila las casas colindantes, bebe demasiado, es aficionada al cine de intriga y no sale a la calle? ¿Qué opinan sus vecinos de ella?
     Como reconoce el propio autor, La mujer en la ventana es un homenaje a Hitchcock; así, el comportamiento de la protagonista y el enredo en el que se ve envuelta nos recuerda a las películas del conocido director que ella visiona mientras suceden los hechos: La ventana indiscreta o Vértigo.
     Pero no solo aquí llegan las conexiones con la realidad. Anna Fox, la protagonista, posee rasgos propios del autor. Mientras que él es editor y ella psicóloga infantil, ambos padecen desajustes mentales. Mallory reconoce haber vivido muchos años dominado por la agorafobia y una depresión profunda, padecimientos que transfiere a su personaje no con la intención de perjudicarlo, sino para darle un perfil quebradizo que cuestione sus acciones y palabras. Además, el autor también tenía por costumbre espiar a sus vecinos de Nueva York desde la ventana y la idea de la novela le surgió mientras veía La ventana indiscreta.
     A pesar de que aparente tener poca originalidad, a medida que avanzan los hechos la historia nos va sorprendiendo con nuevos brotes narrativos que desconocíamos y que nos pueden dejar boquiabiertos. Porque, la gran pregunta es qué hace una mujer de mediana edad que posee éxito profesional y reside en un barrio acomodado aislada en su casa. ¿Qué ha provocado ese encierro voluntario?
      El autor ha manifestado en algunas entrevistas que su personaje es una mujer que "despierta simpatía, con quien mucha gente se puede identificar, despierta empatía, porque ha luchado y lucha mucho por sus problemas de salud mental, algo que muchos han sufrido, a la vez que es divertida, con educación, formación y se preocupa por los demás". No obstante, no puedo estar más en desacuerdo con Mallory. He de reconocer que Anna Foxx me provocó todo lo contrario, un auténtico rechazo hacia una mujer adulta que, a mi juicio, se dejaba caer voluntariamente en un abismo contra el que no hace el más mínimo esfuerzo por evitar y que carecía de la más mínima simpatía. Lo admito, me caía antipática y me daban ganas de sacudirla para ver si así reaccionaba. 
     Aun así, la novela me agradó bastante y, aunque quizá tenga un inicio algo lento, la trama se va enredando hasta atrapar al lector y dominarlo. Como en otras obras de este tipo, nada es lo que parece y los personajes nos sorprenden con giros inesperados que nos provocan hipo y nos dejan estupefactos. Tal éxito ha tenido que ha sido traducida a diversos idiomas y ya se está trabajando en su versión cinematográfica, que será dirigida por Joe Wright.
     Sin duda es una buena historia con la que aislarse del mundo, como hace su protagonista, la doctora Anna Fox. ¡Buena lectura!
   

   

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