viernes, 27 de septiembre de 2024

Un buen partido

     Un buen partido es una novela del escritor indio Vikram Seth (Calcuta, 1952) publicada en 1993 y editada en español por Anagrama con traducción de Damián Alou.
    Seth estudió en Oxford y trabajó su tesis doctoral en Stanford. Su versatilidad lo ha llevado a atreverse con distintos géneros como la novela en verso, la poesía, libros de viajes y fábulas, aunque fue la novela que nos ocupa con la que alcanzó popularidad internacional.
    Las citas de Voltaire que anteceden a la obra son un anticipo de lo que el lector se va a encontrar: «Lo superfluo, esa cosa tan necesaria» y «El secreto para ser un pelmazo consiste en decirlo todo». Esa importancia de ser minucioso en el relato lleva a Vikram Seth hasta las 1.350 páginas que componen la inmensa historia ambientada en la India los primeros años de la década de los cincuenta del siglo XX. 
    La búsqueda de un marido adecuado para Lata por parte de su madre nos sirve de marco para relatar las tradiciones y costumbres hindúes con los matrimonios concertados, las relaciones entre las castas y la dependencia de las mujeres solteras o viudas que deben ser acogidas por familiares. Así vemos cómo a la señora Rupa Mehra le interesa, como a la señora Bennet, que su hija haga un casamiento ventajoso, aunque en este caso no solo importa la posición económica y social, sino que será fundamental el apellido familiar que designa la casta, el tono de la piel y, sobre todo, la religión que profesa, un obstáculo insalvable a la hora de comprometerse.
    Paralelo a la búsqueda del marido ideal para Lata corren los acontecimientos históricos y sociales del momento. Empezamos en 1950, poco después de la independencia de la India y los conflictos fronterizos con Paquistán. Recorremos con los personajes distintas ciudades en las que se presencian los choques sociales entre la tradición y las corrientes modernas, el rechazo de los conservadores por quienes siguen la estela británica, los enfrentamientos religiosos entre hindúes y musulmanes y las disputas idiomáticas entre el hindi, el urdu y el inglés colonial.
    Esta obra es un retrato de un país que se despereza tras la independencia, que conserva rencor hacia los dominadores a la vez que ansía imitar su progreso económico. Los jóvenes que han estudiado en el Reino Unido buscan acercarse a los hábitos europeos, mientras que los mayores son más reaccionarios y rechazan los cambios que, además, los privan de privilegios, como la posesión de extensas tierras o el dominio de los individuos. Muestra además el distinto tratamiento que sufren las mujeres según la religión o la ortodoxia que practiquen y la importancia de mantener las tradiciones, frente a las jóvenes generaciones más laxas.
    Un buen partido nos recuerda a Guerra y paz de Tolstói y su retrato de la Rusia del siglo XIX entre los conflictos amorosos de Natasha, Pierre o el príncipe Andréi. 
    Algunos capítulos referidos a episodios políticos ralentizan el ritmo de la trama, pero son necesarios para entender lo que sucedió en el país durante esos años difíciles que siguen al recién adquirido autogobierno tras décadas de dominio británico. Por otra parte, se describen también hábitos religiosos, festividades y celebraciones en las que, con precisión, Vikram Seth muestra los comportamientos de millones de habitantes del inmenso país que forma la India.
    ¿Triunfa el amor o la tradición? ¿Será la novia quien elija a su esposo o su familia le impondrá un marido? ¿Será el elegido un buen partido? Para dar respuesta a estas preguntas se deben recorrer con paciencia y entusiasmo los cientos de detalladas páginas que nos ofrece Vikram Seth en A suitable boy.







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