miércoles, 3 de abril de 2019

Hyde

     El sueño de todo lector es poder conocer al escritor de la obra que lo ha atrapado, aquella que lo ha sacudido y le ha quitado el sueño. Solo el demiurgo, el hacedor del texto, es capaz de responder a las preguntas que acosan a quien se adentra en la trama desde la primera página y que, muchas veces, no encuentra respuestas al cerrar el libro. ¿En qué se inspiró? ¿Por qué dibujó a ese personaje así? ¿Quién es el verdadero asesino de...? 

     No siempre es posible hacerlo, pues la distancia temporal y espacial con los autores (algunos tienen la desfachatez de morirse) nos lo impide. ¡Qué más quisiera yo que poder intercambiar impresiones con Cervantes! ¿Sabremos alguna vez si Santiago Nasar tuvo algo que ver con la caída en desgracia de Ángela Vicario? Resulta imposible hacerlo; sin embargo, hay iniciativas que propician que este milagro se haga realidad y debemos aprovecharlas. 
     Hoy ha concluido el VI Congreso de jóvenes lectores y escritores que se ha celebrado los días 1, 2 y 3 de abril en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, Tenerife. Organizado por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, esta iniciativa, que cuenta con una impecable organización, ha ido ganando seguidores en sus sucesivas ediciones.
     Unos meses antes de su celebración, se oferta un abanico de escritores y lecturas a los centros de educación Primaria y Secundaria de las distintas islas con el fin de que, quienes deseen participar, elijan uno de los libros, lo lean y elaboren un proyecto creativo relacionado con la obra que ha de ser presentado en el Congreso. Además, los alumnos se encuentran allí con el autor del libro que han trabajado, con el que comparten su proyecto y dialogan animadamente.
     A la edición de 2019 en la isla de Tenerife acudieron ocho escritores (Daniel Martín Castellano, Anna Manso, Miguel Sánchez Guelmi, Isa Martín Salazar, Balbina Rivero, Begoña Oro, Nando López y David Lozano), quienes se distribuyeron entre los tres días. Tanto los alumnos como los docentes que acudieron se sintieron muy satisfechos con la experiencia, dado que los proyectos presentados fueron muy interesantes y las charlas con los autores, muy amenas.
     (Si desea saber más sobre el Congreso puede hacerlo aquí.)

     Entre este grupo de autores, queremos destacar al aragonés David Lozano, quien dejó la abogacía para dedicarse a su verdadera pasión: escribir. Este autor, especializado en literatura juvenil, publicó su primera novela en 1998 (El último huésped, Mira Editores) y hasta la actualidad ha editado catorce obras, entre las que se halla la trilogía La puerta oscura (SM), cuya adaptación al cine se está trabajando. Además, ha obtenido dos premios literarios: el Premio Gran Angular de literatura juvenil de SM en 2006 por Donde surgen las sombras y el Premio Edebé 2018 por Desconocidos.
     La especialidad de Lozano son las novelas de suspense. Este gusto le viene dado por las lecturas previas que él realizó y que sentaron las bases de su afición por el misterio y el crimen. Una obra de una de las grandes maestras del suspense inspiró a David Lozano para escribir Hyde (Alfaguara,  2014). Como él mismo ha señalado, con esta novela quiso hacer un homenaje a Diez negritos de Agatha Christie (1939), pero dándole una vuelta de tuerca más. ¿Quieres saber cuál?
      En Diez negritos Agatha Christie reúne en una mansión ubicada sola en una isla a ocho personas que no se conocen entre sí, pero a las que une un denominador común. Además, en ella se hallan dos sirvientes, cuya función, en ausencia del dueño que los ha invitado, consiste en hacerles cómoda la estancia. Uno tras otro irán muriendo tal como dicta la canción infantil a la que hace referencia el título. ¿Quién es el asesino?
     En Hyde David Lozano reúne a ocho adolescentes en un caserón aislado en un bosque. Su profesor, quien los acompaña hasta el lugar, les explica que han sido seleccionados para realizar un proyecto subliminal de animación a la lectura, y que durante una semana permanecerán allí solos sin tener ningún contacto con el exterior. De entrada, los alumnos, que no sienten ningún interés por los libros, reaccionan de manera desigual ante la información; sin embargo, el primer día desaparece uno de ellos y al día siguiente aparece muerto otro. A medida que avanza la historia se van acumulando los cadáveres y la intriga. A la vez se desarrolla una trama paralela, pues la policía halla muerto de forma violenta en su casa a un rico publicista. ¿Quién es el asesino?
     La diferencia entre ambas obras no solo es la ubicación y la edad de los personajes, sino que, como el propio Lozano ha aclarado, en Hyde no solo sospechan los jóvenes que cualquiera de sus compañeros puede ser el asesino, sino que ellos mismos pueden haber empuñado el arma homicida. ¿Interesante?
      Pues eso no es todo, ya que al avanzar en la novela el lector va descubriendo las mentiras ocultas, las falsas verdades y el nexo que une a esos adolescentes que lucharán por no ser el siguiente en dejar de respirar. ¿Qué harías si no pudieras confiar ni en ti mismo?
      Por otra parte, no hay que desdeñar la relación que se establece entre el título de esta obra y la de George Louis Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde (1886), en la que se relata la dualidad extrema de un científico que, al ingerir una pócima que él ha creado, se convierte en un ser perverso. ¿Tenemos todos un lado oscuro?
     Hyde es una novela juvenil que no desmerece en absoluto de las novelas de suspense para adultos. Está muy bien estructurada y secuenciada, pues va desgranando lentamente los acontecimientos y dejando un rastro de sangre que despierta el interés del lector menos apasionado. La doble trama puede despistar al inicio a los poco habituados a este juego de trenzar historias; no obstante, inmediatamente queda clara la relación entre ambas hasta que estas se unen en un final vertiginoso. ¿Quieres conocerla?
     Pero no debemos fiarnos, porque cuando creemos que ya está todo resuelto, el escritor nos da una última sacudida que deja a los lectores intentando recuperar el aliento. ¿Qué será?
     Si no has leído la obra, te animo a hacerlo para que halles respuestas a todas las preguntas anteriores. Y, si puedes, conoce a David Lozano; es una persona muy afable que sabe llegar a los jóvenes no solo a través de sus libros sino del contacto directo con ellos. Yo, desde luego, me he quedado con ganas de leer más. Le seguiremos la pista.

     

2 comentarios:

  1. Me has animado a leer el libro! Gracias!!

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    1. ¡Objetivo conseguido entonces! Me alegro de haber despertado tus ansias de leer Hyde.

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