miércoles, 14 de agosto de 2024

Se lo llevaron. Recuerdos de una niña de Camboya

     Entre 1975 y 1974, los Jemeres Rojos mataron sistemáticamente a unos dos millones de camboyanos, casi la cuarta parte de la población del país, por medio de ejecuciones, del hambre, de las enfermedades y de los trabajos forzados.
    Este es el relato de una supervivencia: de la mía propia y de la de mi familia. Aunque presento los hechos que he vivido yo, mi historia refleja la de millones de camboyanos. Si usted hubiera vivido en Camboya en aquella época, esta sería también su historia.
    
    Con esta Nota de la autora empieza Se lo llevaron. Recuerdos de una niña de Camboya, narración en primera persona en la que Loung Ung (Phnom Penh, Camboya, 1970) relata su infancia en su país natal bajo el dominio de los Jemeres Rojos, Partido Comunista de Kampuchea que tomó el poder en 1975 tras derrocar al general Lon Nol, quien mantenía una dictadura desde hacía cinco años.
    La obra fue publicada en 2000 (First they kill my father: a daughter of Cambodia remembers) y se editó en español un año después por Maeva, con traducción de Alejandro Pareja. Obvia decir que la publicación de estas memorias causó malestar en su país, pues hacía un retrato severo de los acontecimientos vividos, sobre todo al emplear el tiempo presente para narrarlos, pues acercaba ese dolor al momento actual.
    El 17 de abril de 1975 crearon la Kampuchea Democrática bajo el liderazgo de Pol Pot. Pese a manifestar que se trataba de una república popular, sus bases comunistas y autoritarias impusieron a la población unas restricciones y condiciones de vida que provocaron la muerte de miles de personas. Con la excusa de que las ciudades eran una tentación burguesa que había que erradicar, obligaron a la población a abandonar los núcleos urbanos para basar su economía en la agricultura. Asimismo, prohibieron las escuelas, pues la educación era nociva para los individuos, y obligaron a la gente a vestir igual: pantalón y blusa negros. Concentraron a los individuos en aldeas y los obligaban a trabajar a cambio de una ración de comida diaria controlada por el gobierno, quien la aumentaba o reducía según su conveniencia, lo que provocó una hambruna que se saldó con incontables víctimas. Las zonas rurales eran controladas por miembros del ejército y autoridades locales que administraban la justicia a su antojo. Cualquier individuo sospechoso era desaparecido o asesinado, incluso con el resto de su familia. Los niños, además, eran adiestrados como soldados y como espías de sus padres para defenderse del enemigo potencial, Vietnam.
    Todo esto fue vivido por Loung Ung y su familia, aunque, como ella misma señala, sus recuerdos pueden ser los de miles de camboyanos. La novela está dividida en veintisiete capítulos y un epílogo ordenados de forma cronológica desde abril de 1975 a febrero de 1980. En esos cinco años, la vida de la narradora y de la de los camboyanos cambió por completo.
    Cuando tenía cinco años, Loung vivía con sus padres y sus seis hermanos En la ciudad de Phnom Penh. Su vida era tranquila y acomodada, pues su padre trabajaba como capitán de la Policía Militar y no les faltaba de nada. Sin embargo, esa paz se verá alterada el 17 de abril de 1975 cuando los Jemeres Rojos llegan al poder. Huyen de la ciudad y se hacen pasar por campesinos; sin embargo, su color de piel más claro por sus antepasados chinos los delatará allá donde vayan.
    Pasan un tiempo con un hermano de su madre, pero se ven obligados a cambiar de aldea y con ellos la familia empezará a disgregarse. Sus dos hermanos mayores, Meng y Khouy serán obligados a ingresar en las milicias y, posteriormente, su hermana Keav será trasladada a un campo de trabajo femenino. Mientras sus padres trabajan y se esfuerzan por mantenerlos, la falta de alimento marca a los más pequeños, sobre todo a Geak, que con solo tres años ve retrasado su desarrollo. El miedo a que sea descubierto el pasado de su padre y los orígenes de su madre está latente en todo momento, hasta que su padre es sacado de su casa con una excusa vana. Se lo llevaron, afirmará la autora, y nunca lo volverá a ver. Loung pasa de ser una niña mimada a una superviviente que hace cualquier cosa por satisfacer el instinto primario de la comida.
    En el tiempo que vivan en la aldea, no solo sufrirán ellos, sino serán espectadores de los atropellos y las dificultades que sufren otros camboyanos que, como ellos, están sometidos a un poder militar tirano que abusa de los ciudadanos para satisfacer al líder, quien es definido como padre piadoso y compasivo de la población.
    Las pérdidas familiares se van sumando hasta que Vietnam supera la frontera y acaba con el poder de los Jemeres Rojos en 1979, pese a haber sido unos años antes aliados en su lucha contra Estados Unidos. Loung logra salir del país con su hermano mayor y su cuñada y emigran a Norteamérica. Ya adulta, desde 1997 a 2005, fue portavoz de la campaña internacional para la prohibición de minas antipersona, organización que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1997.
    El libro cuenta, además, con un mapa de Camboya y los lugares por los que pasaron, árbol genealógico de su familia y algunas fotos de antes y después de los hechos.
    En 2017 la actriz Angelina Jolie conoció la historia y decidió dirigir una película en la que colaboró para el guion con la propia autora, Loung Ung. La cinta recibió varias nominaciones y premios.
    El genocidio camboyano fue juzgado por un tribunal internacional, cuya labor terminó en 2022, por lo que solo pudo condenar a cadena perpetua al último líder que aún vivía tras el largo proceso.


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