Heredarás la tierra es la novela por la que Jane Smiley obtuvo el Premio Pulitzer en 1992. Publicada un año antes bajo el título original A Thousand Acres, es la sexta obra escrita por la autora estadounidense. Su éxito fue tal que en 1997 fue adaptada al cine con el mismo título bajo la dirección de Jocelyn Moorhaouse. En español, se puede leer en varias editoriales. La última en editarla en 2023 ha sido Sexto Piso.
El primer Cook compró tierras a un precio ridículo, ya que nadie pagaba nada por un terreno pantanoso y baldío. Sin embargo, tras el esfuerzo de varias generaciones, ese espacio inhóspito se ha convertido en unas fecundas mil acres que dan trabajo y cobijo a toda la familia. Larry Cook enviudó muy pronto y tuvo que criar a sus tres hijas mientras cuidaba las tierras. Ya adultas, dos de ellas viven en sendas casas en su hacienda, mientras que la menor decidió abandonar el negocio familiar y establecerse en la ciudad. Todo parece ir bien, las tierras producen, no tiene deudas y viven en paz el padre, las hijas y sus esposos. Sin embargo, esta armonía es solo aparente, pues bajo la superficie se oculta un magma a punto de escapar.
El punto de inflexión es la decisión, algo precipitada para unos, producto del sopor del alcohol para otros, que toma Larry Cook de crear una sociedad con sus tres hijas y sus yernos para él retirarse por fin de la vida laboral. Dos de las hijas aceptan su decisión, aunque no la comparten, pero una de ellas se resiste. El conflicto fraterno está creado, las herencias suelen provocar estas desavenencias.
A raíz de esa fractura, las dos hermanas intentan acercar a la que ofreció su negativa a su padre. No obstante, todo se complicará aún más. Un antiguo vecino regresa tras muchos años y sirve como detonante de conflictos; el padre, siempre dominante, se siente excluido y se arrepiente de su decisión; los vecinos juzgan los hechos, se involucran y la madeja se va enredando a una velocidad trepidante en unas vidas habituadas a la calma.
A la vez, aflorarán heridas pretéritas que se cubrieron pero que nunca sanaron ni cicatrizaron, pues el pasado no se puede cambiar, y surgirán otras presentes que serán irremediables. Las sorpresas familiares nos dejan boquiabiertos, ya que nada es lo que parece.
Tal vez, curioso lector, si has leído la reseña hasta aquí, esta historia te haya resultado conocida. En efecto, se trata de una reinterpretación moderna de El Rey Lear en un ambiente rural norteamericano de la segunda mitad del siglo XX. Gracias a ello podemos comprobar que los conflictos humanos son eternos y eso es lo que da la denominación de tópicos a los temas y clásicos a las obras, pues, aunque el tiempo pase y la sociedad cambie, los afectos y desavenencias entre familiares se repiten sin cesar.
La narración de esta novela fluye como un río de aguas mansas que se va acelerando para pasar por rápidos y caer en torrenciales cascadas. Es una buena oportunidad para dejarse llevar por un tema tan antiguo como las sociedades humanas que sigue vigente en la actualidad. A mí me ha servido, además, para conocer a la autora y querer leerla más.
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