sábado, 31 de diciembre de 2022
Mis mejores lecturas de 2022
jueves, 29 de diciembre de 2022
Superhéroes
Llegó a casa con los labios apretados, sendos surcos de lágrimas en las mejillas y la mano hinchada. Tiró la mochila junto a la puerta y se encerró en su habitación. Se tumbó boca abajo sobre la cama y lloró hasta que los océanos se secaron.
martes, 27 de diciembre de 2022
Sinsonte
sábado, 10 de diciembre de 2022
jueves, 1 de diciembre de 2022
Madrid. Sábado, a 1 de diciembre de 1934
lunes, 21 de noviembre de 2022
Vida
Sale
de su escondite con cierto temor. Avanza con pasos breves y desconfiados por
una tierra seca y yerma. Agudiza sus sentidos ante cualquier posible peligro.
El silencio es tan profundo que sus pisadas resuenan en el infinito. Una luz parduzca
y velada la alcanza, pero no la hiere.
Husmea
el aire; aún se percibe el rastro de la última explosión. Las anteriores fueron
destruyendo una tras otra las ciudades, los países, los continentes. La última
solo fue eso, el fin de la locura que arrasó el planeta. La temida extinción
llegó a todos los rincones sin que muros o puertas pudieran detenerla.
Sin
embargo, ella está ahí. Camina lenta, sin rumbo. Guiada por su instinto busca
algo que se pueda comer. De pronto se detiene. De un arbusto seco brota tímida
una futura hoja.
La
cucaracha mueve sus antenas satisfecha. La vida se resiste a desaparecer.
#Historiasdelfuturo
domingo, 25 de septiembre de 2022
Todas las almas
viernes, 15 de julio de 2022
Del color de la leche
lunes, 4 de julio de 2022
Los nombres prestados
martes, 19 de abril de 2022
Tan poca vida
miércoles, 9 de marzo de 2022
Jugar al escondite
¿Sabes jugar al escondite? Te metes en un sitio sin hacer ruido y si te encuentran, pierdes. Es fácil.
Día de las letras canarias 2022: Dolores Campos-Herrero
sábado, 5 de marzo de 2022
Orynko
Sientes en la piel la brisa que mece los trigales y el calor del sol de mediodía. Estás tumbado boca arriba sobre la hierba, como tantas veces en tu infancia. Como aquella en que besaste a una chica por primera vez. Daryna, aún la recuerdas. Su pelo olía a jabón y su boca, a moras maduras. Sus cabellos se enredaron entre tus dedos y no querías desasirlos jamás. Pero como las nubes, otras vinieron a ocupar tu cielo.