Gambito de gama se puso de moda a finales de 2020 gracias a la miniserie emitida por Netflix. Sin embargo, esta historia fue creada casi cuarenta años antes por el escritor norteamericano Walter Tevis, quien publicó la novela en 1983 con el título original The Queen's Gambit.
La obra relata la historia de Beth Harmon, una niña tímida que descubre el ajedrez casi por casualidad y que destaca en el juego desde sus primeros pasos. Gracias a la ayuda de sus descubridores, Beth logra medirse con otros y comprobar que tiene un don para el tablero. Su vida, complicada desde su nacimiento, no se lo va a poner fácil; no obstante, Beth persevera en su interés por jugar y, sobre todo, por ganar torneos y con ellos, dinero.
Pero Walter Tevis no relata un cuento de hadas. Sí, Beth tiene una capacidad superior, pero se le escapa de las manos por la presión de los torneos y el miedo a perder, que la hace caer en el alcohol y las drogas. Además, el hecho de ser mujer y además muy joven complica su trayectoria en un mundo mayoritariamente masculino. Dada su precocidad, se adentra en el circuito profesional desde la adolescencia. Sin embargo, cuanto más progresa, la presión es mayor y hace mella en ella, que cada vez se siente más aislada y angustiada. Las competiciones internacionales la pondrán a prueba con mucho rigor ya que se tendrá que enfrentar a los grandes maestros rusos.
Los entendidos saben que el título de la novela se corresponde con una apertura de ajedrez, que se convertirá en la carta de presentación de la protagonista. Destaca, además, la precisión con la que son descritas las partidas que juega Beth, y que demuestran la experiencia que tuve el propio autor como ajedrecista de clase C.
La novela es una ficción tan verosímil que nos hace empatizar con su sufrimiento y sus temores. Nos sentamos con ella ante el tablero, respiramos profundamente, abrimos la partida con el peón de las blancas y nos lanzamos a ganar.
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