Ayer concluyeron las Jornadas Cervantinas organizadas por la Asociación Cultural "Alisios" en colaboración con la Universidad Libre de Infantes "Santo Tomás de Aquino" y celebradas en La Orotava del 9 al 13 de abril.
Estas jornadas se iniciaron con una serie de actividades culturales (exposiciones, teatro, talleres...) que tuvieron lugar el sábado en la Plaza de la Constitución. A partir del lunes, y en jornada de tarde, se desarrollaron las distintas conferencias y comunicaciones relacionadas con la figura de don Miguel de Cervantes y su obra en el salón de actos del Ayuntamiento de La Orotava. Los actos concluyeron el miércoles 13 con una actuación coral.
Todas estas celebraciones fueron organizados con mimo y acierto, pues se supo dosificar y combinar los temas para atraer a los apasionados seguidores de Cervantes y su obra. Fue todo un lujo poder escuchar en persona las disertaciones de intelectuales tan importantes y reputados como los que figuraban en el programa. De todos ellos, destacaría cuatro: el Dr. D. José Ignacio Ruiz Rodríguez, quien ofreció la conferencia inaugural bajo el título "Ideales y fracturas de la cristiandad en tiempos de Cervantes", pues llevó a cabo un acelerado recorrido por la evolución de las civilizaciones históricas para explicar el porqué de las condiciones socio-políticas en las que vivió nuestro escritor, nos sorprendió con su afirmación de que la humanidad está en permanente peligro de desaparición, nos animó a leer las epístolas de San Pablo y nos hizo darnos cuenta de que hay que salir del bosque para ver el bosque. El Dr. D. Afredo Alvar Ezquerra nos señaló cuándo pudo ser concluida la redacción de El Quijote, pues nos mostró un documento en el que Cervantes solicita permiso para publicar su novela fechado el 20 de julio de 1604; nos confirmó que la segunda parte apócrifa de Avellaneda fue compuesto por el grupo de Lope; aunque se le adelantaron, nos explicó que el apellido Saavedra lo adoptó Cervantes a su regreso a España de Argel y que procede de un término árabe que significa "el tullido" o "el manco"; y finalizó su intervención con la maravillosa frase de don Quijote "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos" (II, 58). D. Carlos Guerrero Carranza nos desveló los trabajos como espía de la Corona que ejerció Cervantes durante su juventud y su cautiverio en Argel y destacó que nuestro escritor fue uno de los mejores arcabuceros con que contaba el ejército español, pero que su herida en la batalla de Lepanto lo retiró de la milicia. Por último, el Dr. D. Miguel Pérez Jiménez, compartió con un público entusiasta los entresijos de los ocho entremeses escritos por Cervantes.
De esta experiencia inolvidable me quedo con toda la nueva información que recibí y que me fascinó. Además, me atrevo a afirmar que Cervantes y su obra no dejarán de sorprendernos nunca con nuevos descubrimientos, pues sobre ellos quedan aún numerosos puntos oscuros que suponen materia de estudio e investigación para quienes adoramos el tema; por ello, será necesario convocar futuras jornadas cervantinas en las que ir aportando novedades de hace cuatrocientos años.
Por otra parte, pude vivenciar que las personas más sabias resultan ser las más accesibles y joviales, pues no oponen ningún reparo a la hora de transmitir sus ideas, y de escuchar y compartir los puntos de vista de quienes, desde un conocimiento limitado, accedemos a ellos. Su cercanía fue todo un regalo.
No obstante, lamento que unas jornadas tan interesantes y bien organizadas hayan tenido escasa asistencia de público. Parece que seguimos siendo un puñado de excéntricos quienes disfrutamos con estos temas. Confío en que no estemos en peligro de extinción.
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