¿Es la coma un elemento relevante en la ortografía de nuestra lengua o podemos prescindir alegremente de ella? Márius Serra, en su libro Verbalia, nos cuenta una anécdota muy curiosa que nos hace reflexionar sobre este tema:
Tolosani, entre otros tratadistas, se hace eco de una historia excepcional atribuida a la zarina María Fiodorovna. El caso se dio cuando el zar Alejandro III (1845-1894), esposo de María, condenó a un súbdito a morir en Siberia. El ucase que firmó el zar decía literalmente: "Perdón imposible, que lo lleven a Siberia". La sutil zarina se limitó a manipular la puntuación de la sentencia y ésta cambió radicalmente de signo: "Perdón, imposible que lo lleven a Siberia".
Si aún tienes dudas al respecto, observa este ejemplo que apareció en la prensa:
La coma (,) es un signo de puntuación que suele indicar una pausa breve dentro de un enunciado. Se escribe pegada a la palabra o signo que la precede y separada por un espacio de lo siguiente. En ocasiones, el uso de la coma depende de la intencionalidad o el gusto de quien escribe, pero hay casos en los que emplearla resulta normativo para la buena expresión de un enunciado.
Los usos más frecuentes son:
- En enumeraciones: la coma separa los elementos de una enumeración, salvo los dos últimos si entre ellos hay conjunción. En el mercado compré aguacates, peras, mangos y piñas.
- Para separar el vocativo (una llamada de atención a nuestro interlocutor): Camarero, un café.
- Para separar incisos, normalmente de carácter explicativo, ya sean aposiciones, oraciones de relativo u oraciones de otro tipo: Barcelona, la ciudad condal, posee una catedral gótica.
- Para separar la oración principal de la subordinada siempre que esta última preceda a la principal y no sea sustantiva o adjetiva. Cuando llegué al parque, ya te habías ido.
- Tras locuciones adverbiales o conjuntivas: Es demasiado tarde; así pues, ya no me interesa.
- Al sustituir a un verbo, la coma señala la elipsis verbal: Por una mirada, un mundo.
- Para separar decimales de los números enteros: 2.589,26.
- Separa oraciones distributivas: Unos trabajan, otros miran.
- Con coordinadas adversativas o consecutivas: Te quiero, pero como amigo.
- Delante de etcétera o de su abreviatura (etc.) y detrás si la oración continúa: En el parque vimos perros, gatos, alondras, palomas, etc., un sinfín de animales.
Debemos saber también dónde no se debe poner coma:
- Entre el sujeto y el verbo, a no ser que haya un inciso: Mis amigos, por supuesto, lo saben.
- No se pone coma delante del paréntesis, pero sí después: Con sus libros (ha publicado una docena), alcanzó la fama internacional.
- Detrás de pero cuando precede a una oración interrogativa o exclamativa: Pero ¿me has entendido?
- Tras las fórmulas de saludo en cartas, pues es un anglicismo que debe evitarse. En español se emplean los dos puntos (:): Estimado señor: le escribo para informarle...
- Nunca se pone coma al iniciar un renglón.
Si, curioso lector, aún tienes alguna duda o deseas profundizar en este apasionante tema, puedes acceder al siguiente enlace de la RAE:
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